YOGA PRENATAL Y
POST PARTO
Yoga Prenatal. Una actividad suave y relajada
Esta actividad adaptada a las mujeres embarazadas es muy suave y relajante. Ideal durante el embarazo, el Yoga Prenatal prepara el cuerpo para los cambios que ocurren durante este periodo, ayuda en la preparación para el momento del parto y también permite crear un vínculo hermoso entre la futura mamá y su bebé.

Ejercicios de respiración, estimulación y entrenamiento del perineo, fortalecimiento muscular y movilidad, relajación y meditación. Ideal para aliviar las dolencias y ansiedades asociadas al embarazo y continuar una actividad física agradable y segura, el Yoga Prenatal se convierte en un verdadero acompañamiento para las futuras mamás en este periodo tan especial y esencial para la salud de su bebé.
Una experiencia única
gracias al Yoga Prenatal
Yoga Prenatal
Dormir mejor
Conexión con el bebe
Mejorar la respiración
Aceptación de los cambios
Aumentar la movilidad
Alivia las molestias




Yoga Post Parto
Después del parto, se recomienda esperar la cuarentena antes de incorporar una clase de Yoga «normal», o hasta 10 semanas en el caso de cesárea. Pero hay que tener en cuenta que las 6 primeras semanas después del parto son esenciales para la recuperación de la mamá.
Podemos empezar el Yoga en familia desde el nacimiento. Se puede incluir al bebé en los ejercicios de relajación y meditación desde el primer momento.
El bebé aprende los hábitos que experimenta junto a los adultos, es necesario relajarnos con ellos para que desarrollen esa cualidad.En las clases con Shanti, puedes ir con tu bebé y empezar tu recuperación creando un vínculo más fuerte con tu bebé y compartiendo experiencias con otras mamás.
Preguntas Frecuentes
Resolvemos tus dudas
Sí, el cuerpo de la mujer se modifica muy rápidamente para poder llevar a su bebé que va creciendo cada día más. El centro de gravedad de su cuerpo cambia, se realizan compensaciones en la espalda, en los pies. En las clases de Yoga Prenatal, trabajamos la activación abdominal y el estiramiento de la columna para mejorar la postura y así evitar dolores de espalda.
Gracias a unos ejercicios de respiración y de apertura de la zona torácica, evitaremos molestias en el estómago y reduciremos esta sensación de opresión esta sensación de opresión por falta de espacio.
Trabajando la flexibilidad de las caderas, ayudaremos a crear espacio en esta zona y aliviar dolores en el útero y la zona lumbar.
Hacemos estiramientos ligeros del piramidal para aliviar el dolor de ciática que suele aparecer durante el embarazo.
También trabajamos sobre el tránsito, la circulación y la relajación para aumentar el nivel de energía y mejorar el sueño, lo que permite una mejor condición física.
La clase suele empezar por un momento de toma de conciencia, para entrar en la práctica de manera consciente e intentar concentrarnos con el fin de disfrutar de todos los beneficios de la clase. Hacemos generalmente unos ejercicios de respiración (pranayama) y luego empezamos con un calentamiento general para preparar las articulaciones. Seguimos con unos saludos al sol y a continuación, trabajamos unas posturas (asanas) adaptadas al trimestre en que se encuentra la futura mamá. Después de estos ejercicios, terminamos, la clase con relajación, meditación, danzas o cantos que nos ayudarán a conectar con nuestro bebé y aceptar esta nueva etapa en nuestra vida.
Los beneficios de la práctica también pueden mejorar la experiencia vivida durante el parto.
A nivel físico, la futura mamá tendrá su cuerpo más y mejor preparado. Se sentirá más fuerte, flexible y preparada para la exigencias físicas que requiere este momento. Tendrá una mayor consciencia de su suelo pélvico para así estimularlo o aflojarlo y tendrá una mayor consciencia y control de su respiración.
Una buena respiración incrementa la capacidad de revitalizar el sistema respiratorio y circulatorio. Y, por supuesto, los beneficios de esta oxigenación también llegan al bebé durante el parto. Tomar consciencia de ella y poder regularla, te será de gran ayuda.
También a nivel emocional y mental, se sentirá más segura, más fuerte y con más herramientas para poder gestionar este momento.
Antes de empezar a practicar, es necesario tener presente diversas cosas y consultarlo con tu médico o ginecóloga especialmente si nunca antes practicaste yoga.
Existen una contraindicaciones relativas y absolutas. Las contraindicaciones absolutas para la práctica de yoga durante el embarazo son las siguientes: diagnóstico de riesgo de parto prematuro, rupturas de membranas, hemorragias vaginales, preeclampsia o hipertensión, diabetes con insulina, enfermedades graves pulmonares restrictivas y/o cardiovasculares, bebé con bajo peso, mucho o poco líquido amniótico, placenta previa.
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