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Semana 33 a 36: Preparación física y emocional para el nacimiento

Querida mamá, ¡estás tan cerca! Ya en la semana 33, el nacimiento de tu bebé se siente cada vez más real, y es normal que la anticipación esté a tope. Tu bebé está creciendo rápido, ¡y tú lo sientes! A veces, parece que el espacio es limitado y cada movimiento que hace es más fuerte, ¿verdad?

Físicamente, tal vez sientas más presión en la parte baja de la pelvis. Es posible que tu bebé ya esté en posición para el nacimiento, lo que puede generar esa sensación de «peso extra» en la zona baja. Además, puede que tengas dificultades para dormir cómodamente, algo muy común en esta etapa.

Cambios en tu cuerpo

Tu útero ha llegado a su tamaño máximo y esto significa que todos tus órganos internos están siendo desplazados hacia donde pueden. A veces cuesta respirar, otras veces el estómago se siente apretado, lo que puede causar algo de acidez.

¿Te suenan las contracciones de Braxton Hicks? En estas semanas, podrían volverse más frecuentes. Son esas contracciones «falsas» que son parte de la preparación de tu cuerpo para el parto. No te preocupes si a veces te sientes un poco abrumada. Estas son semanas para escuchar a tu cuerpo con más atención que nunca. Dale el descanso que necesita, pero también permite que el yoga te dé un respiro para aliviar esas molestias.

Yoga en la semana 33 a 36

El yoga sigue siendo un gran aliado aquí. A estas alturas, la práctica debería ser suave y llena de amor hacia tu cuerpo. Enfócate en movimientos lentos que te ayuden a conectar con la respiración y aliviar la tensión en zonas clave, como la espalda baja y las caderas.

Posturas recomendadas:

  • Las posturas de apertura de cadera son imprescindibles ahora. El guerrero II (Virabhadrasana II) es una gran opción para mantener la fuerza en las piernas y abrir las caderas, algo crucial para el parto.
  • El movimiento circular de caderas mientras estás en posición sentada o en una pelota de yoga es muy útil para ayudar a que el bebé se coloque en la posición ideal.
  • La postura del niño con apoyo (Balasana), utilizando cojines o mantas bajo tu vientre, te ayudará a liberar tensión en la espalda y relajar la mente.

Respiración y meditación: Práctica la respiración Ujjayi, que te permitirá mantener la calma y enfocar tu energía. A medida que el parto se acerca, visualiza cómo tu cuerpo sabe exactamente qué hacer. Las meditaciones guiadas o visualizaciones del nacimiento pueden ser herramientas poderosas para reducir la ansiedad y reforzar tu confianza en este proceso tan natural.

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