
En el camino del yoga, nos encontramos con enseñanzas que van más allá de las posturas físicas y nos invitan a un viaje interior, hacia un mayor equilibrio y armonía en nuestra vida cotidiana. Una de estas joyas es el principio de Aparigraha, el cual significa «no apego» o «no posesión». Este concepto, aunque sencillo en teoría, tiene un poder profundo cuando lo aplicamos de forma consciente en nuestro día a día.
¿Qué es Aparigraha?
Aparigraha es la práctica de soltar, de liberar lo que ya no necesitamos para poder vivir en el presente con ligereza. Nos invita a no aferrarnos a las posesiones materiales, pero también a soltar apegos emocionales, mentales e incluso espirituales. No significa renunciar a tener cosas o a disfrutar de lo que nos ofrece la vida, sino aprender a no depender de ellas para nuestra felicidad o bienestar. En otras palabras, es aprender a confiar en que, en este momento, tenemos todo lo que necesitamos.
El arte de soltar: más allá de lo físico
Cuando pensamos en apego, es común que nuestra mente vaya primero a lo material: cosas que poseemos, ropa, gadgets, objetos que acumulamos en nuestro día a día. Pero Aparigraha va mucho más allá de nuestras pertenencias. ¿Qué hay de esos pensamientos que repetimos en nuestra mente, las expectativas que tenemos sobre nosotros mismos o los demás, y la necesidad de controlar cómo se desarrolla nuestra vida? Soltar, en este sentido, no significa dejar de cuidar o ser responsables, sino aprender a vivir con flexibilidad y apertura.
Cada vez que practicamos el soltar, estamos creando espacio en nuestra vida, espacio para lo nuevo, para lo inesperado, para el flujo natural de la vida. Cuando no estamos aferrados a un resultado específico o una expectativa rígida, abrimos la puerta a nuevas posibilidades y oportunidades que quizás no habíamos considerado.
Practicando Aparigraha en tu vida diaria
¿Cómo puedes aplicar el principio de Aparigraha en tu vida cotidiana? Tal vez puedes empezar soltando alguna preocupación que te ronda la cabeza, liberando la necesidad de controlar situaciones que están fuera de tu alcance, o simplemente dejando ir expectativas que te pesan. Cuando sueltas, no pierdes, sino que te liberas. Te das el regalo de vivir con ligereza, de permitir que la vida te sorprenda.
Ejemplo práctico: Imagina que estás esperando una respuesta importante sobre un proyecto o una situación personal. En lugar de dejar que la ansiedad o la preocupación te consuma, Aparigraha te invita a soltar ese apego al resultado. Has hecho lo mejor que podías, y ahora el siguiente paso está fuera de tu control. Este desapego abre un espacio de calma, y cuando llega la respuesta, sea la que sea, estás preparado para recibirla con una mente abierta y sin juicios.
Aparigraha en la esterilla y fuera de ella
En tu práctica física de yoga, puedes aplicar Aparigraha soltando la necesidad de que una postura sea perfecta o de compararte con los demás. Permítete estar presente, disfrutando del proceso, sin aferrarte a una imagen ideal. Y fuera de la esterilla, lleva ese mismo espíritu: confía en que lo que tienes es suficiente, que lo que viene es lo que necesitas, y que soltar el apego no es renunciar, sino liberarse.
Crear una vida más ligera y libre
Cuando comenzamos a vivir desde el principio de Aparigraha, empezamos a notar que nuestra vida se vuelve más ligera. Ya no sentimos el peso de cargar con tantas preocupaciones, expectativas o posesiones innecesarias. Nos liberamos de esa sensación de falta, de que necesitamos «más» para ser felices. Y en su lugar, comenzamos a experimentar una mayor libertad, una vida con más espacio para lo que realmente importa.
Así que te invito a observar: ¿Qué puedes soltar? ¿Qué cargas innecesarias estás llevando y cómo puedes practicar Aparigraha para vivir con más plenitud y paz? Confía en que lo que tienes ahora es suficiente, y que al soltar, abres espacio para que la vida te traiga justo lo que necesitas.
Namasté 🙏